Un día, de repente, descubres que un alumno tiene una extraordinaria capacidad para el dibujo, o que escribe textos de una calidad casi profesional, o que es capaz de plasmar en una fotografía cualquier idea con una originalidad abrumadora. Pensamos al instante que se trata de una creatividad innata. Probablemente, así será en parte, pero curiosamente, también descubres que ese mismo alumno se pasa el día dibujando, escribiendo en sus ratos libres o que la cámara le acompaña a todas partes. Disfruta con ello; lo hace en su tiempo libre como parte de un juego.
Empiezo a creer menos en la teoría del talento natural y más en la del trabajo duro con aquello por lo que sientes verdadera pasión.
Pero no sólo pasión por lo que se hace, sino también el entorno que nos rodea, cómo estamos conectados o el mismo sistema educativo pueden influir en el proceso de desarrollo de nuestro lado más creativo (y el de nuestros alumnos).
1. Pasión por lo que haces
Sobre el talento, creatividad y la idea de expresar lo que llevamos dentro habla Puño en una charla en evento internacional MADinSpain, que reúne a los mejores diseñadores creativos, estudios de diseño, agencias de publicidad interactiva y agencias de motion graphics de todo el mundo. Transcribo un fragmento de la charla en el que habla sobre «el momento en que dejamos de dibujar». Invita a la reflexión:
Una pregunta que se repite en las entrevistas que me hacen es:
¿Cuándo empezaste a dibujar? y siempre respondo lo mismo: «¿Cuándo dejasteis vosotros de dibujar? Todos hemos dibujado de pequeños y en algún momento lo vamos dejando. ¿Por qué lo dejamos entonces, debería ser la pregunta? Porque cuando nos hacemos mayores adquirimos un carácter más práctico de las cosas y menos lúdico. Dejamos de hacer las cosas porque nos gusta disfrutar del hecho de hacer esas cosas, y hacemos cosas que nos ayudan a conseguir otras cosas. Esto es lo que conlleva ser adulto. Entonces el músculo de la creatividad [..] si no lo utilizas se atrofia. [..] Este músculo, cuando dejamos de dibujar en algún momento de nuestra infancia o adolescencia, va atrofiándose [..]. Si lo recuperamos ahora, obtendremos una energía, una fuerza nueva, que nos ayudará […] nos hará personas mejor formadas, tanto a nivel individual como a nivel profesional, como a nivel social, y nos ayudará todo esto a aplicarlo en nuestras vidas, la creatividad que utilizamos y desarrollamos.
Continúa con algunas frases reveladoras:
- «La clave del arte es hacer lo que no se sabe hacer, porque lo que se sabe hacer ya está hecho. Y el que hace lo que sabe hacer, está perdiendo el tiempo.» (Eduardo Chillida)
- «La intuición es un conjunto de cosas que no sabemos que sabemos» (lo dijo Eduard Punset en un programa de Redes).
- «El talento son soluciones que hemos asimilado a problemas que nos vamos encontrando.»
- «Todos tenemos entre tres mil y diez mil dibujos malos». O como leí recientemente sobre el arte de la fotografía: «Tus primeras 10000 fotos son tu peores fotos.»
- «La creatividad no es improvisación sin método» (B. Munari)
El mensaje:
«Hay que ejercitar el músculo de la creatividad. Si quieres estar cachas, creativamente, no vas a ponerte cachas si levantas todos los días una pesa de 200 gramos […]. Hay que ir siempre un poco más allá, plantearse retos. No hay que quedarse en la zona de confort. Todos tenemos una zona de confort. […] Dentro de la zona de confort nunca vas a crecer.»
2. Cómo estamos conectados
¿Dé donde provienen las buenas ideas? ¿Se trata tan sólo de esperar que llegue un momento Eureka!? Steven Johnson, autor del libro «Where Good Ideas Come From», tras estudiar el origen de algunas de las innovaciones de la historia, tiene una teoría distinta: «la suerte favorece a la mente conectada.»
Esta animación en formato scribing que descubrí a través de Alfonso Alcántara resume de forma muy didáctica la teoría de Johnson. Está realizada por Cognitive Media a petición de la editorial Riverhead books para promocionar el libro.
3. Cuestión de tiempo
Y a veces es cuestión de tiempo. No se puede forzar a nadie a ser creativo. En ocasiones, la clave tan sólo está en dar un poco más de tiempo… Para muestra este experimento con alumnos.
¿Qué ocurre si en lugar de 10 segundos damos a los alumnos 10 minutos para terminar un dibujo?
4. El sistema
No podía faltar la más que conocida charla de Sir Ken Robinson «¿Matan las escuelas la creatividad?» que ya he compartido en alguna ocasión. Habla sobre la increíble capacidad de los niños para la innovación, que sin embargo, en ocasiones se desaprovecha, sencillamente porque un sistema educativo «encorsetado» no permite desarrollar ninguna de estas capacidades.
Comenta Ken Robinson que desarrollar la creatividad es tan importante como aprender a leer y a escribir, y que por tanto deberían estar al mismo nivel. En todos los países, los sistemas educativos están curiosamente organizados de la misma forma, dando mayor importancia a las mismas materias, con una jerarquía que se repite en todos ellos: matemáticas y lenguas en primera línea; luego las humanidades; y finalmente las artes. En éste último grupo, siguen estando mejor considerados el arte y la música, que por ejemplo la interpretación y la danza.
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Cuestión de tiempo | Deadlines
El sistema | ¿Matan las escuelas la creatividad?
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