Dedicaré próximos artículos a publicar una serie de consejos sobre seguridad en claves. Mi intención era resumirlos todos en un solo post, pero el texto completo queda demasiado extenso. Mejor por «fascículos», y aquí viene el primero de ellos. ¿Cómo definir una clave fuerte?
Autor: ebenimeli
Los tamaños de memoria de almacenamiento han evolucionado exponencialmente en todo este tiempo. Hemos pasado de las tarjetas perforadas de unos pocos bytes en los años 50, al almacenamiento ilimitado en la nube que ofrece Internet en la actualidad.
Para exponer el proceso de «empaquetado» de archivos, he creado este pequeño esquema que puede ser también un buen punto de partida para explicar en clase la compresión de archivos, utilizada más bien para reunir los datos en un sólo objeto, que para comprimir y reducir el tamaño del archivo. El espacio ya no es problema.
La infografía es un recurso gráfico que se ha popularizado en los últimos años. O eso parece. No es un concepto nuevo, pero es cierto que se está utilizando cada vez más con carácter didáctico, no solo en publicaciones especializadas y otras conocidas revistas sobre divulgación, sino también en las primeras etapas educativas, para enseñar y para aprender. Los libros de texto han incorporado desde siempre este tipo de recurso, pero quizá sea la facilidad para publicar y difundir ahora contenidos en Internet y la diversidad de herramientas para crear infografías — programas y aplicaciones online —, lo que ha disparado el interés por representar todo tipo de información de un modo mucho más atractivo e inmediato. «Una imagen vale más que mil palabras», se suele decir.
El próximo 6 de abril finaliza el plazo de inscripción para la VIII edición del Premio Espiral de Edublogs. Esfera TIC no podía faltar a la cita esta vez. Lo inscribo en la categoría de «Blog de Maestros y Profesores».
La Ley General de Educación de 1970 — «Ley 14/1970, de 4 de agosto, General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa», y con la que muchos españoles estudiamos — se presenta en este breve reportaje como un sistema educativo novedoso, más justo, más eficaz y acorde a las necesidades de los españoles en aquel periodo. «Se hacía necesaria una transformación educativa».
Empieza la clase de matemáticas. Me dispongo a proyectar algunos ejercicios de ecuaciones de primer grado con fracciones. Estamos terminando el tema y estos últimos días los dedicamos a repasar la unidad con ejercicios para el próximo examen. Tengo un libro en frente con nuevos ejercicios que plantear. Pero antes hay que copiarlos: ¿pizarra de tiza o proyector…?
Si escribir las fórmulas con un editor de ecuaciones es ya de por sí una gran idea, cuando descubrimos que Wolfram|Alpha «entiende» la sintaxis básica de las expresiones matemáticas de LibreOffice/OpenOffice Math, trabajar en «modo digital» con este tipo de recursos resulta entonces realmente productivo
La expresión gráfica en 2D y 3D es un contenido que aparece en los temarios de diferentes materias en la ESO y Bachillerato. En las asignaturas de educación plástica y visual o dibujo técnico interesa aprender a elaborar proyectos de diseño «a mano», utilizando el material tradicional como lápiz, compás, escuadra y cartabón, entre otros. Sin embargo, en el ámbito de la tecnología y la informática conviene introducir también herramientas de diseño asistido por computador, conocidas como CAD (Computer-Aided Design).
Si lo que queremos es introducir los conceptos de escala, proyección, perspectiva y además adquirir el vocabulario básico sobre materiales, hay soluciones software muy simples.
Resolución de una fotografía digital, píxeles y megapíxeles, píxeles por pulgada (ppp), escala de grises, modos de color: RGB, HSB y CMYK, profundidad de color, tamaño, compresión y calidad de una imagen, JPG, PNG, RAW y otros tantos formatos de imagen digital. Cámaras compactas y réflex, FPS (fotogramas por segundo), codecs, bitrate, HD…
Cuando queremos introducir los temas de imagen y vídeo digital aparecen necesariamente decenas de conceptos informáticos no siempre fáciles de explicar y tampoco sencillos de digerir por el alumno. Al final siempre resulta más práctico recurrir a un ejemplo. Sin embargo, si cada término técnico se debe acompañar de un ejemplo de aplicación, el aburrimiento está garantizado, para el profesor y para el alumno.
¿No será más efectivo proponer un solo proyecto de imagen y vídeo digital en el que estos conceptos se vayan explicando a medida que aparezcan y sea necesario aplicarlos a la actividad?