No es fácil digitalizar todos los aspectos de nuestra organización personal de un día para otro. Muchos preferirán seguir manteniendo una libreta de notas en lugar de gestionar anotaciones digitalmente. Lo mismo para la gestión de tareas; puede que interese mantener esa misma libreta para registrar las listas de cosas que hacer, en lugar de utilizar cualquiera de los programas informáticos diseñados para ello. Bastante razonable.
Sin embargo, hay un aspecto del que no podemos escapar: la gestión digital de archivos, o simplemente «gestión de archivos», porque no existe (y no debería existir) alternativa «en papel» para muchos de los documentos con los que trabajamos a diario y que han sido creados en soporte digital.